viernes, 16 de septiembre de 2011

Amores Vascos

Pongámonos en situación. Allá por el año 2000 una mina de 30 y pico podía salir con un tipo distinto cada semana si entraba a un canal de chat, hoy reemplazado por los portales de citas.

Así pues La Vasca , que estaba decidida a encontrar al amor de su vida detrás de la pantalla del monitor, deambulaba por cuanto canal de chat de mayores de 20 años que econtrara disponible

La Vasca es una mina infernal, bien plantada, alta, grandota y con pocas ganas de perder el tiempo. Por eso siempre que podía iba a los bifes. Nunca reparó en las fotos mentirosas de los candidatos y siempre prefería el face to face antes que el histeriqueo de semanas vía chat.

Entre algunas de sus conquistas más famosas hoy les quiero contar la del Rosarino.

La cosa venía bien, un par de llamadas a medianoche, algo de chat caliente, pero la cita en vivo no llegaba porque el señor vivía lejos.

Un sábado a las 7 de la mañana, suena el timbre en la casa de La Vasca. La chica se despertó, miro el reloj, puteó un rato porque justo ese día no laburaba y fue a abrir la puerta

-           Hola Soy el rosarino!

-           Quien?

-           El rosarino, Roberto , del chat!

-           Ahh, mmmmmmm bueno , que haces por acá?

-           No sé, tenía muchas ganas de conocerte

-           Bueno pasá

Ahí la cosa empezó a andar mal, la foto que ella recordaba del chat era trucada o la había colgado hacia 14 años. El tipo no tenía casi nada de pelo, la cara parecía atropellada por un tren y la frutilla de postre era que era rengo (perdón Inadi, pero nadie está preparada para conocer un tipo rengo sin siquiera un aviso previo)

Inmediatamente La vasca pensó como sacarse de encima al susodicho, asique inventó una jornada laboral, con filmación en exteriores de todo el día.

El rosarino algo apenado le dijo que no tenía un mango, y se había gastado lo último que le quedaba del mes en el pasaje en micro (recordemos que estamos hablando de un señor de más de 30 que el día 23 ya no tiene un mango para pagar un cafecito)

La vasca le ofreció un desayuno y luego de unos mates con tostadas le dijo,

  - Bueno, mirá hagamos algo. Yo me voy a laburar y al mediodía nos encontramos en el bar de Coronel Díaz y Libertador.
       -           Ok, te voy a estar esperando. No me dejás unos mangos por si me da hambre hasta esa hora?

-           No, mejor te dejo plata para el pasaje de vuelta porque capaz que laburo todo el día y no te quiero cagar.

Y así nomas , lo despachó.

A la noche , en la cena con sus amigas La Vasca dijo muy solemne: Fueron los 40 pesos mejor invertidos de mi vida, porque a esta altura no pretendo alguien que me mantenga, pero al menos espero engancharme con uno que no me genere gastos !!!!

3 comentarios:

  1. Buenisima, historia.......los hombres cada vez están peor. Por supuesto que fué el mejor dinero invertido, le dió el pase a RETIRO jajajja!!!!!

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  2. Gracias por los amores Vascos... me morí
    La pantalla tiene estas cosas, me encuentra.

    y si! estaba detrás de la pantalla...
    y está todo muy bien, con vasquito y todo...

    Gracias, me gustó

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